Un arpa, una guitarra, un requinto, un cajón y un bajo eléctrico dan al grupo Guaraní Folk un vigoroso sonido que renueva la polca, la guarania y el purahei jahe’o, inspirados en Agustín Barrios.
Jorge, Francisco, Alberto, Fabricio y Adrián interpretan la guarania “Pacholi” en el pasillo de la imponente residencial colonial que fuera de Don Carlos Antonio López, en el predio del Jardín Botánico. Todos con la remera negra que tiene inscripto el nombre del grupo y la figura del rostro del mítico Mangoré con una pluma en la cabeza. Todos concentrados y a la vez disfrutando de sus instrumentos. El sonido instrumental que quitan de la música compuesta por Eladio Martínez y Manuel Frutos Pane rompe su sonido tradicional, con arreglos que le dan una vivacidad nueva.
Lo que hacemos es desarrollar nuestros cinco instrumentos en un campo musical orgánico, con arreglos diferentes a lo tradicional, acoplándolos para ensamblar cada tema”, cuenta Jorge Bogarín (guitarrista), tratando de explicar el tipo de música que interpreta Guaraní Folk.
El cajón que golpea acompasadamente Fabricio Soares, sobre el cual está sentado, marca nítidamente el ritmo a los demás instrumentos e la interpretación de la guarania, seguido por el bajo eléctrico ejecutado por Alberto Cabrera. El sonido del arpa que ejecuta Adrián Toledo sobresale por encima de los demás instrumentos, con un requinto ejecutado por Francisco Bogarín que intenta disputarle protagonismo.
La música se aprende en la familia
Los integrantes de Guaraní Folk se articularon hace un año atrás para formar el grupo. Pero antes, ya cruzaban amistades, intercambiaban tereré, compartían la interpretación de una que otra polca o guarania en reuniones de amigos o familias. En estos encuentros distendidos se fue forjando el grupo, con el aliento de Jorge.
“Nosotros sentimos cuando interpretamos nuestra música; sabemos su historia, sabemos que es la expresión popular de millones de paraguayos, y que es parte de la identidad de todo un país”, comenta Jorge, mientras rasga una y otra vez su guitarra.
Hay una coincidencia entre todos los integrantes de Guaraní Folk: el amor por la música lo traen del ceno familiar. Son hijos, sobrinos o hermanos de músicos que, en forma amateur o profesional, cultivaron la interpretación y el canto de la polca, la guarania y el purahei jahe’o en las fiestas y los descansos familiares. Adrián es hijo de arpista, Jorge y Francisco son hijos de un guitarrista, Fabricio es sobrino de un percusionista y Alberto viene de una familia que siente la música.
Las influencias de los grandes
Los cinco miembros de Guaraní Folk vuelven a concentrarse en sus respectivos instrumentos, cobijados por la antigua residencia de Don Carlos, que guarda una parte de la historia del país, como lo guardan la guarania y la polca.
Esta vez recuerdan al genio de la guarania, José Asunción Flores, y su “Gallito Cantor”. El acoplamiento de la guitarra, el arpa, el cajón, el requinto y el bajo sacan un sonido alegre y vivas gracias a las nuevas notas introducidas. El liderazgo instrumental del arpa de Adrián es esta vez nítido, protagónico. La guitarra parece ordenar el acoplamiento, mientras el requinto de Francisco hace escuchar una delicada estridencia de cuerdas.
Nosotros sabemos –explica Jorge- que gracias a otros grandes músicos paraguayos, hoy podemos interpretar estos temas. Y no solo porque ellos compusieron las músicas –añade- sino porque experimentaron con las composiciones, la notas, los arreglos; porque estudiaron nuestra música. Y salen los nombres de los grandes de la boca de los miembros de Guaraní Folk: Efren “Camba’i” Echeverría, Juan Cancio Barreto, Berta Rojas, Kuki Rey, Flores, Emiliano R. Fernández.
Que no muera la música paraguaya
“Pero así como conocemos y valoramos a nuestros cultores, sabemos que no debemos dejar que muera la música popular paraguaya”, explica Jorge, añadiendo que por eso “jugamos con nuestras composiciones, las arreglamos con matices diferentes, las cambiamos pensadamente, para retrasmitirlas al Paraguay de hoy”.
Pero de todos estos semidioses de la música popular paraguaya, para Guaraní Folk destaca Agustín Pio Barrios. El misionero universal es la fuente inspiradora del grupo. El que llevó la identidad del Paraguay a todos los rincones del planeta. Por eso usan su figura, como un símbolo de que se pueden hacer grandes cosas con la música paraguaya, más allá de la frontera del país.